viernes, 16 de marzo de 2012

The flight

La niebla nublaba lo que parecía ser el camino de vuelta. Sam me miró con sus tristes ojos, más que tristeza, esta vez mostraban miedo. Sus pequeños pero carnosos labios, mostraban un color amoratado y su cara, palidecía a cada paso que dábamos. Hacía un frío congelador, el vaho salía de nuestras bocas al respirar. Los abrigos que nos habían protegido todo este viaje ahora se quedaban en nada. La noche era muy cerrada y apenas podía ver la Luna. El miedo recorría mi cuerpo como corceles cabalgando hacia la batalla. Mi movilidad cada vez era más costosa, pero tenía que poder contener mis ansias de dejar de luchar, tenía que conseguir que el pequeño Sam cruzara la frontera, antes de que los perros del gobierno consiguieran rastrearnos hasta casa. Debía darle a Sam el futuro que yo no pude conseguir.

domingo, 11 de marzo de 2012

Warm light

Y en ese momento sentí las cálidas lágrimas surcando mi cara, se iba y no podía hacer nada por impedirlo. El sentimiento de impotencia recorrió mi cuerpo dejándome sin movilidad. Apenas podía respirar, la pena inundaba mi ser. Cada vez le veía más lejos, apenas distinguible entre la niebla. ¿Qué sería de mí si no estaba ya conmigo? No tenía sentido continuar. Intenté gritarle, pero mi voz quedó escondida tras un suave gemido. Estaba empezando a rendirme cuando esa brillante luz apareció de entre las tinieblas. Emanaba un calor y un bienestar asombroso. Empecé a notar como que nada a mi alrededor era real, que tan solo era un sueño. Cada vez la era más fuerte la sensación de estar suspendida en la nada. El suelo bajo mis pies había sido borrado y no había ni rastro de niebla, solo la brillante luz.

viernes, 9 de marzo de 2012

The hunting

Es un día lluvioso. Todo a mi alrededor está oscuro. De vez en cuando aparecen algunos coches a toda velocidad. Cuando atraviesan la calle, se ve como las gotas caen ruidosamente al asfalto. Mis ansias de sangre cada vez se agudizan más y más. No puedo contenerme. No hay nadie en toda la manzana. ¿Dónde se mete la gente de los suburbios cuando los necesito? Sigue sin haber nadie. ¿Qué puedo hacer ahora? No tengo cobijo ni sé dónde podría conseguir una presa fácil. Andaré unas manzanas para comprobar que realmente no hay nadie. Creo haber oído algo. En un oscuro callejón hay algo que se mueve. ¿Es mi imaginación o huele a sangre limpia? Ummm... Qué bien huele. ¿Qué hace aquí una sangre tan limpia? No importa, necesito beber. Me acerco, poco a poco. No sé si me habrá visto ya. Cara vez percibo mejor su cálido aroma. Se ha dado cuenta de que la observo. Siento en su mirada el miedo. Está empapada y tiene frío. No importa, su sangre seguirá estando caliente. Me acerco, cada vez más. Intenta huir de mis garras. No puedes escapar, no lo intentes. Intenta gritar, pero sus intentos son fallidos y un grito ahogado emana de su boca. Poco a poco va dándose cuenta de que no tiene opción de salir de este oscuro callejón. Me lanzo sobre ella sin piedad. Necesito sangre. Es una cálida sangre color burdeos, la más rica que he probado en mucho tiempo. Siento como su vida se va, poco a poco entre mis brazos.

Nightmare

Una noche más, vuelvo a despertarme, vuelvo a mirar el reloj y vuelvo a ver que son las cinco de la mañana. Mi vieja pesadilla a vuelto. Lloro, lloro desconsoladamente pensando que nunca se acabará esta tortura. ¿Qué me está pasando? Me levanto de la cama, me dirijo al baño. El espejo está empañado. Lo toco, lo vuelvo a tocar. No siento el frío bao. Me miro, me vuelvo a mirar sin poder si quiera reconocerme. Vuelvo a tener la cara pálida y los ojos rojos, las lágrimas surcan mi cara como las gotas de rocío en una rosa, como el agua sigue el cauce del riachuelo, para terminar como todo, con un final. Pienso en cómo era mi vida antes, mi vida sin pesadillas, sin demonios de la noche. No puedo recordar bien, hace mucho de eso. De nuevo voy a la cocina, cojo un baso y enciendo el grifo. Vuelvo a ver mi escapatoria. La única escapatoria que me queda. La cojo. Me veo reflejado en su filo. Vuelvo a llorar. Destino, ¿por qué no me has dejado ser feliz? Aprieto el frío filo contra mi muñeca, la sangre fluye de la herida y ya no hay vuelta atrás. Mi vida se acaba, pero nadie lamentará lo que he hecho. Adiós falsedad, adiós odio, adiós las tardes encerrada en mi cuarto, adiós pesadillas.

Presentación

Este es mi segundo blog. El primero lo ve gente a la que no aprecio demasiado, y por eso he decidido crear otro y escribir todo lo que se me ocurra, aun que también seguiré escribiendo en el otro. En este escribiré cosas más emparanoiantes u oscuras, o eso intentaré. También pondré aquí algunas de las viejas entradas del blog viejo, ya que me gustaron o me parecen buenas para este nuevo blog.